El pintor
Un hombre llamó a un pintor y le
dijo:
—¿Ves el techo?
—Sí, lo estoy viendo, —dijo el
pintor.
—Píntalo de azul.
El pintor tomó un poco de pintura
azul y pintó el techo.
—¿Está bien así? —Preguntó.
—No, no está bien, —dijo el
hombre—
ese azul no me gusta… Quisiera un azul verdaderamente azul, ¿me entiendes?
—Lo
intentaré, —dijo el pintor, con paciencia y preparó una pintura azul brillante,
y repintó el techo.
—¿Está
bien ahora?
—No,
no está bien… Yo quería un azul… Un azul como el del cielo, ¿lo has entendido?
—He
comprendido, —dijo el pintor, y preparó un color azul celeste, y repintó el techo
por tercera vez.
—¿Así
está bien? —Preguntó en resumidas cuentas.
—No
tanto, —dijo el hombre—. El azul está bien, pero no hay nubes, los pájaros…
El
pintor, que también era un poco artista, tomó pinturas de varios colores,
pinceles pequeños, y repintó en el techo las nubes y los pájaros en vuelo.
Después dijo:
—¿Está
bien ahora?
—No
lo sé… No me parece… —respondió el hombre.
—Hay
algo que no va: las nubes están muy quietas, y los pájaros no se mueven…
El
pintor, que era también un poco albañil tomó las herramientas, y comenzó a
quitar el tejado, y el techo de la casa.
—¿Qué
haces? —preguntó el hombre.
—Espera
y lo verás, —respondió el pintor.
Y
desclava, arranca, asierra, saca, demuele: en poco quitó el techo, y encima de
él se veían el azul del cielo, las nubes en movimiento y los pájaros echando
vuelo.
—¿Está
bien así? —preguntó el pintor.
—Sí,
está bien… ¡Qué lindas nubes! ¡Cuántos pájaros! Es exactamente el techo que
quería… Pero…
—¿Pero
qué?
—Pero,
cuando llueva, ¿qué haré? —dijo el hombre.
—Aquí
tienes, —dijo el pintor, que también era un poco paragüero, y le dio un
bellísimo paraguas azul: azul como el cielo, como el agua, como el mar cuando
es azul[1].
Después de la lectura
de la fábula “El pintor” responde las siguientes preguntas:
1. El relato habla de:
(a).
Un carpintero
(b).
Un marinero.
(c).
Un pintor.
2. Al comienzo del
relato un hombre quiere:
(a).
Pintar el piso de su casa.
(b).
Pintar las paredes de su casa.
(c).
Pintar el techo de su casa.
3. ¿Cuál es el color
que ha elegido el hombre para la pintura:
(a). Azul.
(b). Azul celeste.
(c).
Azul rey.
4. ¿Por qué el hombre no
está contento con el trabajo del pintor?
(a).
Porque el hombre quiere un color más parecido al cielo.
(b).
Porque el hombre quiere un color más oscuro.
(c).
Porque el hombre quiere un color más claro.
5. ¿Qué pinta el pintor
con colores de varios colores?
(a).
Nubes y aviones en vuelo.
(b).
Pájaros y aviones en vuelo.
(c).
Nubes y pájaros en vuelo.
6. ¿Por qué el hombre
está aún insatisfecho?
(a).
Porque hay pocos pájaros.
(b).
Porque los pájaros no se mueven.
(c).
Porque las nubes no son lo suficientemente blancas.
7. El pintor rompe el
techo y el tejado para:
(a).
Sacarle la rabia al hombre.
(b).
Construir otro cielo raso.
(c).
Contentar al hombre.
8. ¿Por qué razón el
pintor le da al hombre un paraguas?
(a).
Porque el hombre le ha pedido prestado uno.
(b).
Porque sin el techo la lluvia entrará en la habitación.
(c).
Porque quiere uno.
9. ¿En qué orden
suceden los hechos en la fábula?
(a).
1. El pintor pinta el cielo raso de azul; 2. El pintor pinta nubes y pájaros;
3. El pintor rompe el muro.
(b).
1. El pintor rompe el muro; 2. El pintor pinta nubes y pájaros; 3. El pintor
pinta el cielo raso de azul.
(c).
1. El pintor pintas nubes y pájaros; 2. El pintor pinta el cielo raso de azul;
3) El pintor rompe el muro.
10. ¿Cuál es la
moraleja de la fábula?
[1] Piumini,
Roberto y Altan, Francesco
(s. d.) Mi leggi un’altra storia? En:
Chiappini, Loredana y Filippo, Nuccia de (2005). Un giorno in Italia 2. Corso di italiano per
stranieri. Roma: Bonacci Editore.
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